COCODRILO AMERICANO

Son los únicos sobrevivientes de los arcosaurios o reptiles reinantes, los cuales aparte de los cocodrilianos incluyeron los dinosaurios, los pterosaurios o reptiles volantes. Estos dominaban la época del Mesozoico, los cuales desaparecieron con excepción de los cocodrilitos, hace 65 millones de años, cuando terminó el Mesozoico y empezó el Terciario.

Cocodrilo Americano

Entre los parientes vivos de los Cocodrilianos, los más cercanos son las aves, no los reptiles ni las culebras, éstas las aves se evolucionaron de los reptiles volantes, que aunque cocodrilianos y aves, no presentan similitud física, tienen en común, el canal del oído, el estómago muscular y la separación de los ventrículos del corazón.

Este Cocodrilo, es el denominado Americano (Crocodylus Acutus), que tiene un color entre verde olivo y marrón, de los cuales hay noticias de que en algunos lugares de su reproducción han llegado a medir hasta 6 metros de largo, siendo predominante el macho en su crecimiento. Los cuales generalmente crecen más rápidamente que la hembra.

Esta especie de cocodrilos, se distingue por la irregularidad y escasa cantidad de las placas del dorso, llamadas Osteodermos. Sus hábitats son principalmente los humedales de las zonas costeras, incluyendo manglares, zonas con arrecifes de coral, lagunas costeras y estuarios (parte más ancha y profunda de la desembocadura de un río en Mar abierto o u Océano). También aparecen en partes llanas de los ríos, en lagos de agua dulce y hasta en embalses.

Comparten hábitats con otras especies de cocodrilos y con el Caimán Crocodilus, que no es lo mismo, ya que en el Lago Enriquillo, donde se encuentran, y no tenemos noticias de que en el momento actual, aunque en esta república se encontraban en todos los estuarios, y casi todos los manglares, hasta el siglo 19, para los años 1950, se reportó población exigua por Samaná y finalmente hay reportes de dos o tres por la zona de Monte Cristi, para los años 1980. En el lago Étang Sumatre, a pesar de que han sido llevados en el pasado, solo existe en el lago Enriquillo, el cual se alimenta de peces, aves, hicoteas y mamíferos pequeños.

El cocodrilo Americano (Crocodylus acutus), es probablemente la especie con mayor distribución del nuevo mundo, habitando partes de las costas Neotropicales (selvas húmedas tropicales y subtropicales), en el Océano Atlántico y sus Mares adyacentes, abunda en costas desde la Bahía de Campeche, en México, hasta la boca del río Orinoco, en Venezuela, además, en el extremo sur de la florida, en Cuba y Jamaica. En las costas de Océano Pacífico, habita las costas del estado Mexicano de Sinaloa, hasta el estuario del río chira en el norte del Perú.

El Cocodrilo Americano fue muy abundante, en todas las partes de su existencia, y muy escasos en la actualidad, desaparecidos en su totalidad, y muy disminuidas en algunas zonas de su distribución, debido a la caza por el hombre, para el uso de su preciada piel, en algunos lugares y en otros, como en nuestra Isla, para el consumo humano, como alimento o medicina, de acuerdo a la cultura.

En República Dominicana, que tenemos cifras de su población estimada entre 300 y 600 adultos, para la década de los años 1970, a menos de 260 unidades al año 2000, han sido perseguidos por razones de miedo, en procesos en los cuales el hombre y el reptil, coinciden en lugares agrícolas, por consumo, ya que persiste una cultura en la población, de consumo de su carne, cultura ésta, que sentimos muy latente en estos momentos.

No conocemos en nuestro país, cultura de uso de sus pieles, pero sí, la persecución de sus genitales, que los introducen en botellas de palos (Damajuana), que es una botella de vidrio, que llenan los curiosos de pedazos de maderas de diferentes especies, la cual le da al contenido alcohólico mejor sabor y cualidades medicinales, según ellos, y que con el miembro del caimán, como le llaman al genital del cocodrilo, adquiere cualidades afrodisíacas.

Su reproducción es por huevos, los cuales, también persigue el hombre, para su consumo, a pesar de su sabor y olor horripilante, con supuestas cualidades medicinales y nutritivas, los cuales depositan en el interior de la arena, llamados nidos, de los cuales se tiene noticias de entre 70 y 110, en los años, 1980, con una drástica disminución en el número de nidos, reportándose solo 30 en el 1990, 10 en el año 1991 y solo 3 en el año 1992, época en que habían muy pocos cocodrilos en el lago Enriquillo y los que se veían, lucian muy famélicos, encontrándose huesos en los lugares, varas de enlace y corrales de trampas en otros, para su captura.

Los nidos en que realizan su desove los Cocodrilos, son las arenas y los lugares fundamentales eran, hasta esta inmensa crecida de nivel, la parte norte del lago Enriquillo, el litoral norte del mismo, frente a los petroglifos, el Arenazo y los frentes de este de la Descubierta, parte del norte de la Isla cabritos y parte del norte de las Islas Barbarita e Islita. La hembra del Cocodrilo, que es quien pone los huevos y los sepulta en la arena, lo hace a los dos meses del apareamiento, que termina después de 10 minutos de copulación. El nido lo hacen de 40 centímetros de profundidad, con una cantidad que oscila entre 9 y 36 huevos, los cuales determinaran su sexo por la temperatura que impera en ellos, que para 32 grados centígrados, todos salen machos, y si la temperatura queda por debajo de los 30 ó por encima de los 34 grados, salen todas hembras.

La incubación dura 83 días promedio, 72 como mínimo y 104 como máximo, cuando se acerca la eclosión, la cocodrila madre se acerca al nido, del cual casi siempre se mantiene cerca y cuando un cocodrilito está totalmente desarrollado, lanza gritos, que oídos éstos la hacen excavar, los saca y los lleva a lugar seguro, tanto a los neonatos como a los huevos sin eclosionar.

De los cocodrilitos nacidos no llegan a la adultez ni el 2%, siendo remota la posibilidad de vida para la mayoría, crecida del Enriquillo ha sepultado el medio de reproducción por excelencia, que son las arenas, y esta crecida los lleva al medio de influencias del hombre, por lo que entre otras razones se hace necesario el desvío a la Bahía de Neiba, del 75% de las aguas de San Juan, que antes iban allá y que desbordan el Enriquillo.