La República Dominicana está rodeada por el Océano Atlántico, en el norte, y el Mar Caribe o Mar de las Antillas, en el sur. Ambos mares se une por el Canal de la Mona, que se encuentra al este y que separa la isla de Puerto Rico.
Las masas de agua que bañan las costas dominicanas son muy calientes durante todo el año (26° C de media). La variación de un mes a otro es reducida, oscilando entre 24 y 29° C. Los meses más "fríos" son febrero y marzo y los más cálidos agosto y septiembre. El Mar Caribe es, durante todo el año, más caliente que el Océano Atlántico.
La salinidad de los mares dominicanos es, en general, muy alta (36 partes por mil), debido a la gran evaporación de la región, la cual es favorecida por el viento y las altas temperaturas del aire y de las aguas. La salinidad disminuye en la desembocadura de los ríos importantes y en las zonas de gran pluviosidad, sobre todo después de lluvias abundantes; en la Bahía de Samaná, por ejemplo, la salinidad es de 33 partes por mil debido a las aportaciones de agua dulce del Río Yuna y las lluvias de los Alisios.
Las aguas marinas dominicanas tienen un bajo contenido de oxígeno (5 mililitros/litro), lo cual está relacionado con la altas temperaturas y salinidad de estos mares.
Nuestras costas están bañadas por las aguas que desplazan las Corrientes Ecuatoriales del Norte y Sur que, con pequeñas variantes, se desplazan de este a oeste.
- La Corriente Ecuatorial del Norte se origina cerca de las islas de Cabo Verde y corre libremente hacia el oeste, impulsada por los vientos alisios, fundiéndose con la Corriente de Guayana antes de llegar a las Antillas. Llega a tener un ancho de 300 kilómetros, 600 metros de profundidad y una velocidad de hasta 100 kilómetros por día.
- La Corriente Ecuatorial del Sur se origina en el Golfo de Guinea, dirigiéndose también hacia el oeste y, ante la interferencia del Cabo San Roque (en el noreste de Basil), se divide en dos ramas: 1) Corriente de Brasil, que se dirige hacia el sureste; y 2) Corriente de Guayana, que sigue hacia el noroeste y que, luego de unirse sus aguas a las de la Corriente Ecuatorial del Norte, recurva en el Golfo de México y se dirige a Europa com Corriente del Golfo. Esta corriente es más rica en nutrientes que la del Norte, debido a los nutrientes aportados por los ríos Amazonas y Orinoco.
La acción de esta doble corriente ecuatorial se manifiesta, para la Hispaniola y demás islas del área, en una doble corriente regional:
- La llamada Corriente de las Antillas baña la costa norte (Atlántica) de las Antillas Mayores y está integrada todo el año por aguas proporcionadas exclusivamente por la Corriente Ecuatorial del Norte.
- La Corriente del Caribe baña la costa sur de las Antillas Mayores, distinguiéndose dos épocas:
- Junio a noviembre. Sus aguas provienen básicamente de la Corriente Ecuatorial del Norte, a partir de la línea Martinica - Honduras.
- Noviembre a junio. La Corriente Ecuatorial del Sur invade totalmente el Mar Caribe, desplazando a la Corriente Ecuatorial del Norte.
Ambas corrientes crean contracorrientes cerca de la costa con velocidades de 1-2 km./hora relacionadas principalmente con las mareas. El Canal de la Mona, una ruta de gran tráfico de barcos, posee corrientes que pueden alcanzar las 3 millas náuticas/hora.
Las mareas son predominantemente semidiurnas (dos pleamares y dos bajamares diarias), de escasa amplitud, que promedia 90 cm. en la costa norte y 30 cm. en la costa sur.
El oleaje que azota la costa proviene de los vientos alisios. La mayor parte del tiempo las olas se mueven del este, coincidentes con la dirección predominante del viento. El patrón es similar durante todo el año.
Las olas de mayor período (mar de fondo) provienen, con más frecuencia, del sudeste. Estas olas son formadas por disturbios en el Caribe. Durante el verano, olas de 2-4 metros de altura vienen del sudeste el 5% del tiempo.
Aguas Territoriales
Se llama aguas territoriales de la República Dominicana (o, simplemente, mar dominicano) a las aguas comprendidas entre sus costas y una trazada a 6 millas náticas (11 kilómetros) de las mismas. El Estado Dominicano tiene facultades exclusivas de propiedad y jurisdicción sobre ellas, así como sobre el suelo y subsuelo de las mismas.
Y se llama Zona Contigua Dominicana a una franja de otras 6 millas náticas a partir de nuestras aguas territoriales sobre las que el país tiene derecho de patrullaje a fin de prevenir la violación de los reglamentos de aduanas, sanidad, inmigración o fiscalía, dentro de su territorio o mar territorial. Pero no tiene derecho a impedir el paso de buques de otros países por ella.
La Ley No. 573 de 1977 estableció la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de 200 millas náuticas, incluyendo al norte, los bancos de La Plata y de la Navidad de tradicional interés pesquero para la República Dominicana y hoy convertido en Santuario de Ballenas Jorobadas. El área total marina bajo la jurisdicción de la República Dominicana, incluyendo la zona económica exclusiva, es de unos 138,000 km².
Por plataforma continental o insular se entiende la parte de la línea costera sumergida, cuya profundidad no es mayor de 200 metros. El límite exterior de la plataforma submarina forma lo que se llama zócalo continental o insular.
Nuestra plataforma insular es reducida (9,484 km²); su anchura promedia es de unos 7.4 kilómetros. En general es más amplia en la costas norte y este que en la sur. Sus zonas de mayor extensión son de Montecristi a Punta Rucia (abarcando el Banco de Montecristi y los Cayos 7 Hermanos); la Bahía de Samaná; frente a Cabo Engaño, donde llega hasta 44 kilómetros de la costa; alrededor de la isla Saona; al sur de Baní y en la Bahía de Ocoa; y alrededor de las islas Beata y Alto Velo. Estas zonas coinciden con las de mayor potencial pesquero del mar dominicano.
Los suelos de la plataforma insular, al igual que en otros lugares de la región del Caribe, están constituidos por afloramientos de rocas y corales y por llanuras de arenas coralinas. La Bahía de Samaná es quizás de las pocas áreas con sedimentos lodosos debido principalmente a que en ella desembocan dos caudalosos ríos: Yuna y Barracote.
La plataforma continental continúa en un talud de una longitud aproximadade 1,300 km. La cresta y ladera, con profundidades entre 200 y 1,000 m., presenta fuertes pendientes (a lo largo de la costa norte y en el suroeste en la península de Pedernales) y menos pendientes en la parte meridional. Los suelos están dominados por sedimentos lodo-arenosos y en las regiones de fuertes declives por afloramientos rocosos.
A unos 140 km. de la costa Atlántica se encuentran dos bancos oceánicos: el Banco de la Plata y el de La Navidad con fondos principalmente dominados por arena coralina y con formaciones rocosas y coralinas.