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miércoles, 2 de octubre de 2013

LAS ARTES PLÁSTICAS EN REPUBLICA DOMINICANA

Durante la última década del siglo XX y en los primeros años del siglo XXI, el arte dominicano trasciende las fronteras de lo nacional, proyectándose internacionalmente a través de la presentación de individuales y colectivas de los artistas plásticos de todas las épocas.
A través de la implementación del Plan Decenal de Desarrollo Cultural, del Ministerio de Cultura favorece el desarrollo del sector, mediante el fortalecimiento de los recursos que integran este sector y la elaboración de planes y proyectos a corto, mediano y largo plazo.
Con la creación del Ministerio de Cultura en el año 2000, la Dirección General de Bellas Artes responde a una nueva estructura orientada hacia la excelencia académica a través de la revisión y actualización de la oferta educativa a través de nuevos planes de estudios.
La presencia de instituciones de estudios superiores públicas y privadas ofertando planes de licenciaturas en áreas específicas del arte, han motivado e incrementado la afluencia de estudiantes hacia estas nuevas ofertas educativas.
El sector privado, junto al oficial, continúa apoyando el desarrollo de las artes a través del estímulo periódico de los artistas mediante la creación de premios y concursos, muchos de éstos ya institucionalizados.

Cronología (dibujo, pintura y escultura)

Entre 1795 y 1822 la situación interna de Santo Domingo provoca la migración de artistas hacia otras latitudes. Entre los emigrantes de entonces se encuentran Juan de Mata Tejada, nacido en Santiago de los Caballeros en 1790 y fallecido en Cuba en 1835, siendo el introductor de la litografía a esa isla.
En 1823 emigra Simón de Portes, pintor, miniaturista, quien termina asilado en México.
En 1805 llega a Santo Domingo el pintor y grabador, Hippolyte Jean Baptista Garnerey, ejerciendo su arte fugazmente.
En 1809 nace en SamanáTeodoro Chasseriau quien emigra muy joven con su familia. En 1832 Chasseriau se consagra como una de las grandes figuras del arte del siglo XIX. Discípulo de Ingres, una de sus pinturas fue seleccionada entre las Cien Obras Maestras del Museo del Louvre. Muere en 1856.
Entre los pintores dominicanos de fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX el de mayor renombre fue Francisco Velázquez. Nacido en Santo Domingo y dedicado a la pintura, se destacó por sus retratos. Su fama fue tal que fue invitado por el Emperador de Haití, Enrique I (el Rey Cristóbal) para hacerle varios trabajos en su palacio.
Entre 1822 y 1844 en el arte en Santo Domingo se destaca Domingo Echavarría. Nacido a fines del siglo XVIII, es considerado el primer grabador y caricaturista. Sin escuela, es recordado como buen fisonomista, llegando a pintar imágenes de santos. Fallece en 1849.
Otros destacados pintores de esta época son Baltazar Morcelo, quien pinta en 1837 la Iglesia de Higuey; Juan Moscoso, y De Brye, posiblemente este último francés, destacado retratista; así como Epifanio Billini, pintor y fotógrafo.
Alrededor de 1860 se establecen en la capital el pintor suizo Shalchi, quien pinta los telones del Teatro Santo Domingo; el pintor y dorador madrileño Gregorio Ramil.
El 1º de agosto de 1860 es inaugurada la Academia de Santo Domingo, escuela elemental de ciencias y artes, dirigida por J. M. Caraballo.
Tras la victoria en la lucha contra España en 1865, surge un movimiento nacionalista que se extiende a casi todas las manifestaciones de la vida dominicana. El desdén contra lo español crea la exaltación de lo dominicano, surgiendo el indigenismo.
Nacida la República en 1844, florecen las letras y las artes. En la pintura dominicana se destaca Alejandro Bonilla(1820-1901), quien produce el mayor número de pinturas sobre temas dominicanos, representando el criollismo. En 1868 emigra a Caracas, estableciendo una escuela de pintura bajo la protección del presidente venezolano Falcón.
En 1874 retorna a Santo Domingo instalando un taller en su casa y dedicándose a impartir clases de pintura. Su amplia producción incluye temas pictóricos alusivos a monumentos nacionales desaparecidos, asignándoles, además, valor histórico.
En 1877 existía en Santo Domingo el Colegio Colón, de Federico Giraudi, donde se impartía dibujo lineal y dibujo al natural.
En 1883 llega a Santo Domingo el pintor Juan Fernández Corredor y Cruz, de la Escuela de Madrid, fundando posteriormente una clase de dibujo y pintura a través de la Sociedad Amigos de la Enseñanza. Para 1884 llega el fotógrafo pintor Cordiglia, quien abre un curso de dibujo. Ese mismo año la escuela de Corredor realiza su primera exposición.
La llegada de Corredor coincide con la publicación de la primera revista dominicana ilustrada, la Revista científica y de conocimientos útiles, en abril de 1883, fundada por el Dr. G. de la Fuente y José Joaquín Pérez, en la que colabora el artista.
El 27 de febrero de 1885 Corredor realiza en los salones de la Sociedad Amigos del País una exposición de obras de sus alumnos, siendo premiadas las más destacadas por un jurado compuesto, entre otros, por los pintores S. D. Levy, Alejandro Bonilla y Francisco Aybar. En 1886 Corredor se ausenta del país siendo sustituido por su discípuloFelipe de los Santos.
Otras revistas ricas en grabados van surgiendo: El Lápiz, del dibujante J. C. Pérez; El Album, animada por César Nicolás Penson y con fotografías de nuestras ruinas históricas tomadas por Julio Pou. Luego aparecen posteriormente La Cuna de América, en 1903; Blanco y Negro, en 1908; y más tarde, RenacimientoLa Opinión,Sangre NuevaBahoruco y Cosmopolita.
En 1890 se realiza la exposición de arte más numerosa en cuanto a cantidad de expositores en el Salón artístico de la Sociedad Literaria Amigos del País, integrándose todos los movimientos que no pudieron desarrollarse en su propio tiempo: primitivismo, clasicismo, romanticismo, impresionismo, de acuerdo a la sensibilidad de cada artista.
Hacia 1893 se destaca en tierras extranjeras Adriana Billini, hija del artista dominicano Epifanio Billini. En 1907 siendo profesora de la Escuela de Bellas Artes de La Habana, expone en la Exposición Nacional.
Uno de los pintores más notables de su época fue Luis Desangles (1861-1940). Nacido en Santo Domingo, recibió sus primeras lecciones de pintura de León Cordero. Fue Director de la Escuela Pública Municipal de Dibujo en 1890. Contó con discípulos destacados como Abelardo Rodríguez Urdaneta y Leopoldo Miguel Navarro, entre otros.
Desterrado por Ulises Heureaux, viaja a Puerto Rico y luego por los Estados Unidos, donde sus óleos son celebrados. Retorna a Santo Domingo en 1904 siendo designado Cónsul de la República en Santiago de Cuba, en donde se radica definitivamente hasta su muerte.
La pintura costumbrista en Santo Domingo aparece con Luis Desangles; así como los primeros toques impresionistas. Por afición y necesidades fue un asiduo retratista, destacándose los retratos de los Presidentes de la República. Igualmente plasmó en lienzo las ruinas de los monumentos nacionales.
En 1862 nace en la ciudad de Santo Domingo, Leopoldo Miguel Navarro. Ingeniero Civil, Catedrático de matemáticas en el Instituto Profesional, y Director de la Escuela Normal de Santo Domingo en 1893, instala en 1894 una Academia de Dibujo y Pintura. Entre 1896 y 1905 viaja a Europa acrecentando sus conocimientos artísticos y matemáticos. Hace de la acuarela su expresión.
Abelardo Rodríguez Urdaneta (1870-1933), pintor, violinista, escultor, fotógrafo, fue alumno fugaz de Corredor, prevalece en su obra el clasicismo, interrumpido a veces por el romanticismo. En 1908 funda con la protección del gobierno su Academia de Dibujo, Pintura y Escultura, la cual dirige hasta su muerte. Al margen de la Academia, su Estudio era la sede del arte de su tiempo.
En 1869 nace Arturo Grullón en Santiago de los Caballeros, siendo uno de los discípulos más notables de Corredor. Por sus aptitudes es enviado a París en 1886 a estudiar pintura. En Francia su obra es expuesta en el Salón de París de 1890.
Manuel María Sanabia, otro discípulo de Corredor nacido en Santo Domingo; así como Juan Ramón Fiallo Cabral,Salomón LevyAbelardo Piñeyro, farmacéutico y músico; Juan Francisco HernándezEmilio Bernal y Arquímedes de la Concha se destacan como pintores de fines del siglo XIX.
A estos artistas se le suma Ramón Frade, puertorriqueño, quien sustituye a José. C. Pérez, como dibujante y grabado en El Lápiz, en 1891 y Manuel Pueyo, español, pintor y músico.
En marzo de 1901 el Ateneo Amigos del País realiza como parte de sus Juegos Florales una concurrida exposición de arte. Para esta época se destacan Arturo GrullónAdriana BilliniLuis DesanglesJulio PouAbelardo Rodríguez UrdanetaLeopoldo M. NavarroCarlos F. Ramírez, acuarelista y dibujante; Juan B. Gómez, pintor; Eliseo Roques, pintor; Ramón Mella, fotógrafo y caricaturista; y Pedro M. Escoboza, dibujante y grabador.
En escultura se destacan además de Rodríguez Urdaneta, Angel Perdomo y Francisco González LamarcheCarlos Ramírez Guerra, acuarelista, dibujante y retratista.
En sentido general, entre 1844 y 1916 las escuelas, corrientes y tendencias en el arte se manifiestan a través de la producción de bodegones, paisajes, retratos y escenas históricas, predominando el naturalismo, el neoclasicismo y el romanticismo.
La labor docente de Juan B. Gómez en Santiago, iniciada con la apertura en esa ciudad de una Academia de Pintura y Dibujo en 1920, da como fruto su discípulo Yoryi Morel.
Enrique García Godoy, igualmente autor de destacadas obras de arte, también de larga y fecunda docencia, en la que sobresale su sobrino Darío Suro García Godoy, participa en 1907 en la Exposición de ese año. En su Escuela de Pintura de La Vega, anima activamente su arte.
Entre 1916 y 1924 las producciones se orientan hacia el realismo, el impresionismo, el costumbrismo y el art nouveau.
Hacia 1930 surgen Celeste Woss y Ricart, en Santo Domingo y Juan B. Gómez en Santiago, destacándose como artistas y docentes. Woss y Ricart estudia en Estados Unidos y Europa. Funda su academia de Pintura y Dibujo, formando el basamento de los artistas que posteriormente constituirían la Escuela Nacional de Bellas Artes.
Jorge Octavio Morel Tavarez (Yoryi) expone en 1932 en Santo Domingo, se destaca por su pintura costumbrista de los años románticos, llega a ser Director de la Academia de Santiago y funda su propia academia.
Jaime Antonio González Colson nace en Puerto Plata en 1901. Estudia en Madrid en la Academia de San Fernando, teniendo como maestros a Cecilio Plá y Julio Romero de Torres. En 1936 recibe el premio de honor del concurso de Estampas de América, en México; así como el primer premio de la VI Bienal Dominicana y primer premio de dibujo de la VII Bienal.
Durante la "Era de Trujillo" el arte dominicano se ve enriquecido por las aportaciones de artistas plásticos llegados a Santo Domingo tras la situación política europea, entre ellos el español José Vela Zanetti y el hebreo George Hausdorf, en 1939. A éstas se le suman el retorno de dominicanos como Jaime Colson y Rafael Díaz Niese, crítico de arte, al igual que Pedro René Contín Aybar.
Entre 1930 y 1939 el realismo costumbrista, el realismo racionalista, el impresionismo y postimpresionismo resaltan en las producciones de los artistas plásticos locales.
En 1940 es creada la Dirección General de Bellas Artes, naciendo con ella la Escuela Nacional de Bellas Artes. En 1942 se realiza la primera Bienal Nacional de Artes Plásticas.
La producción artística de autores nativos y extranjeros se transforma con las aportaciones mutuas, en especial de las posibilidades de aprendizaje para los nacionales. George Hausdorf expone en 1946 óleos, temples y aguafuertes. Vela Zanetti se convierte en destacado muralista. Otros extranjeros destacados son Fernández Granell, quien expone en la Galería Nacional de Bellas Artes en 1945, año en que visita el país el pintor hispano López Mézquita.
Durante el período 1940-1950 predominan las corrientes del expresionismo, el surrealismo, y el neorrealismo. En la década posterior a ésta el cubismo, el geometrismo y el expresionismo abstracto, resaltan en las producciones.
Además de George Hausdorf y José Vela Zanetti, otros artistas plásticos extranjeros radicados en el país y nombrados profesores de la Escuela Nacional de Bellas Artes, fueron José GausachsJoseph FulopAntonio Prats Ventós, y el escultor y dibujante Manolo Pascual.
La aportación de estos maestros da como resultado la formación de destacados artistas nacionales tales como:Clara LedesmaGilberto Hernández OrtegaEligio PichardoMarianela JiménezPaul GiudicelliNidia SerraDomingo LizFeliz Disla GuillénMariano EckertJuan Plutarco AndújarGuillermo PérezDionisio Pichardo, entre otros pintores, y los escultores Gaspar Mario Cruz y Antonio Toribio.
En las primeras décadas del siglo XX el país contaba con los maestros Angel Perdomo y Abelardo Rodríguez Urdaneta; con aficionados como Francisco González Lamarche e imagineros como José Altagracia Reyes como los escultores más destacados.
A mediados de esa década, en 1964, es realizado el Primer Concurso de Arte, de las Empresas León Jimenes en la ciudad de Santiago.
En 1966 es fundado en esta última ciudad el Grupo Friordano, siendo sus principales miembros los pintores Daniel HenríquezDanilo de los Santos (Danicel) y Orlando Menicucci. Dos años después se funda en Santo Domingo, el Grupo Proyecta; integrado por Ada Balcácer, Domingo Liz, Mario Cruz y Fernando Peña, entre otros, abriendo los caminos al arte contemporáneo en República Dominicana.
Durante el período 1960-1970 predominan en las obras de los artistas plásticos las tendencias hacia el realismo social, el muralismo, los carteles, el collage, el empleo de elementos extrapictóricos como los materiales de desechos.
En 1968 la Universidad Acción Pro Educación y Cultura (APEC) abre una Escuela de Arte. En 1971 la Universidad Autónoma de Santo Domingo inaugura un Departamento de Arte y son abiertas academias privadas.
Suspendida desde 1963, se reanuda la XII Bienal Nacional de Artes Plásticas en el año 1972.
En 1976 es inaugurada la Galería de Arte Moderno (GAM), hoy Museo de Arte Moderno (MAM). Nace este mismo año el Círculo de Artistas, posteriormente oficializado en 1977 como Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP).
Durante la década 1970-1980 las producciones de los artistas plásticos locales se caracterizan por reflejar un arte de transición, predominando el expresionismo, el surrealismo, las instalaciones, los móbiles, los ambientes penetrables y performances.
En 1981 es reanudado el Concurso de Arte de las Empresas León Jimenes, suspendido desde el año 1972, dando apertura a su IX edición.
En 1985 el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP) organiza el Primer Simposio Iberoamericano de Escultura.
Predominan durante el período 1980-1990 los grandes formatos, el arte multidisciplinario, las instalaciones, las esculturas móviles, los relieves y esculturas en cerámica, con tendencias hacia el surrealismo, el expresionismo, la abstracción y el hiperrealismo.
A partir de 1990 la Bienal Nacional de Artes Plásticas pasa a llamarse Bienal Nacional de Artes Visuales, celebrándose durante este año la XVII versión. En 1992 son celebradas la Primera Bienal Marginal y la Primera Bienal de Pintura del Caribe y Centroamérica.
En 1993 son realizadas las primeras convocatorias para el Premio Nacional de Artes Plásticas y el Premio María Ugarte para pintores jóvenes, patrocinado este último por el Centro Cultural Hispánico y la Embajada de España. Este mismo año es fundada la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).
Durante la última década del siglo XX las producciones plásticas de los artistas nacionales se caracterizan por la presencia de un arte pluridisciplinario, con el predominio de proyectos en grupo, el fortalecimiento de la gráfica y el diseño, lo figurativo y abstracto.